Aquí encontrarás todos los libros de nuestra colección, un espacio único de culto y de encuentro para los amantes de la poesía. El exquisito trabajo de edición corre a cargo de Javier Gil Martín y las imágenes de la cubierta y la contracubierta las firman artistas como Rubén Nieto o Melissa Dillon

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Neus Aguado (Córdoba, Argentina, 23 de agosto de 1955) es poeta, narradora y   crítica literaria. Reside  en Barcelona desde hace décadas. Licenciada en Arte Dramático y en Ciencias de la Información, ha trabajado como periodista cultural. Tiene dos libros de narraciones, Juego Cautivo (Laia   Editorial,   1986) y Paciencia y barajar (Tusquets,   1990), y una decena de poemarios, entre los que destacan Paseo présbita (La   Gaya   Ciencia,   1982), Ginebra en bruma rosa (Lumen, 1989), Aldebarán (Lumen, 2000), Intimidad de la fiebre (El Toro de Barro, 2005), Tal vez el Tigre (in-Verso,   2014) y 66 maneras de mirar (Animal Sospechoso Editor, 2023). Parte de su obra ha sido traducida a diversos idiomas y ha aparecido en antologías nacionales  e internacionales. Lo que más le gusta, además de la música, es recitar poesía propia y ajena.

En la llovizna del puerto (Cuadernos de la Errantía, 2024), explora un territorio interior donde el viaje se convierte en símbolo de una vida, en secreto destino de la sangre, y los fantasmas del amor transitan por andenes y puertos, buscándose. Bajo la lluvia de los días, frente al mar, las aves desorientadas gritan un nombre.

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Si es que me vas a fusilar,

fusílame al sol

como a una guerrillera del amor,

no lo hagas por la espalda

y menos mientras duerma.

Si es que me vas a fusilar

dame a beber antes de tu boca

y cuéntame que estás en otra guerra.

Si es que me vas a fusilar

no me vendes los ojos

con raras esperas

de ratones en la cárcel de amor.

Si es que me vas a fusilar

no acerques, no, tus manos a mi rostro,

y, sobre todo, no esperes a la escarcha.

Si es que me vas a fusilar,

hazlo bajo el cielo de diciembre,

el más claro del año y el más último.

 
 

Los sitios interiores (Sonata urgente), de Rafael Soler (Valencia, 1947), es el tercer Cuaderno de la Errantía, del año 2022. Rafael Soler es autor hasta la fecha de seis libros de poemas, recogidos en el volumen Vivir es un asunto personal (2021), así como de seis novelas y de dos libros de relatos.

Este nuevo nacimiento de Los sitios interiores (Sonata urgente), cuya primera edición remite al año 1980 y a la colección Adonáis de la editorial Rialp, supone la reivindicación de un poeta y una voz muy singulares en nuestro panorama literario. Ya en este su primer libro, en estos 24 poemas de amor con mar de fondo, destacan la audacia del autor y su trabajo en los límites del lenguaje, integrando siempre oralidad y escritura, una constante a lo largo de toda su obra.

¿VALE?

A Lucía

¿Vale

que yo era el capitán trueno

y tú sigrid de nordenlandia?

¿vale que la vida es un pañuelo

esta esquina donde tuercen las chapas

su línea boquiabierta de asfalto preñado

y de cristales?

¿vale que tenemos hoyitos en los dedos

que mamá se llama reina y la abuela

-tan silla de enea y tan oscura-

se pone el orinal en la cabeza?

oye ¿y vale

dime

vale que fangio nuvolari

jugamos a churro mediamanga mangotero

(tú segund yo primer ¡me lo pido

me lo pido!)

y a la vuelta nos echamos un partido

y luego la merienda?

¿vale que aún y todavía

no conozco mi destino

ni tienes los ojos con estrías

ni seco el lagrimal de tanta espera?

 
 

Jardín botánico, de Federico Gallego Ripoll (Manzanares, Ciudad Real, 1953), es el segundo Cuaderno de la Errantía, del año 2021. Otros libros de poemas del autor, que tiene en su haber una veintena de obras, son Escrito en No (1986), La sal (2001), Quién, la realidad (2002), Los poetas invisibles (y otros poemas) (2007) y Las travesías (2020). Federico Gallego Ripoll es también dibujante.

Jardín botánico es un libro esencial en la trayectoria del poeta manchego. Dividido simbólicamente en siete partes, Jardín botánico propone al lector un itinerario existencial en el que cada uno se reconozca en la propia medida de su paso, un paseo no exento de muros y de laberintos hacia una claridad final de ojos abiertos. En ese recorrido interior, los árboles del jardín/bosque se convierten en símbolos de la humana aspiración a estar, a ser en armonía con el universo.

MUNDO Y DISTANCIA

Sonámbula mi voz dice tu nombre,

lo camina descalza, ajena al vértigo

que es la casa en vigilia por tu altura.

Mis dedos no te olvidan: todavía de noche

saben cerrar la puerta del olvido

que es todo cuanto ya no seas tú.

Mundo y distancia. La conclusión es simple:

aun dormidos sabemos detenernos

en el umbral exacto de la muerte.

 
 

El retrato del uranio, de Raúl Nieto de la Torre (Madrid, 1978), es el primer Cuaderno de la Errantía, del año 2020. Otros libros del autor son Zapatos de andar calles vacías (2006), Los pozos del deseo (2013), Leopardo (2017) y la antilogía Una jaula vacía cerrada por dentro (2019).

Los poemas de El retrato del uranio indagan en la dimensión existencial del ser humano sin renunciar al juego y a la provocación. El uranio aparece como símbolo de la infinita transformación de todo cuanto nos rodea frente al deseo del poeta por retener, por retratar con palabras, esa sustancia peligrosa y enigmática de donde nace la vida. El epílogo de Elvire Gomez-Vidal abre un fecundo diálogo con el libro y aporta muchas claves para su interpretación.


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Hoy no he nacido todavía, guardo

para después mi nacimiento.

Sabes que vengo de la piedra

y que mis llaves se perdieron en tu boca.

Tardo en nacer un rato, pero lo hago

bien: no dejo rastro de quien era.

Dame tiempo,

que cuesta llegar fuera,

que como al barco en la botella de cristal

solo un trago muy largo puede sacarme de mí mismo.

Guardo mi nacimiento como un límite

para el momento en que no esperes

nada de mí, por contrariarte. Ahora

mismo nazco, en cuanto tú te mueras.

Mi límite eres tú: aparta la mirada.